jueves, 28 de febrero de 2008

Médicos descontentos


Políticos y sindicatos reducen el conflicto de los médicos de atención primaria a discrepancias de horarios y número de vistas pero los motivos del descontento són más profundos. Los profesionales estamos decepcionados porque el cambio político no ha variado la política sanitaria catalana y ha empeorado las condiciones de la consulta diaria.

Somos médicos personales que atendemos problemas banales, enfermedades crónicas pero también síntomas iniciales de enfermedades graves, así como todos aquellos problemas que el sistema sanitario y los servicios sociales no pueden dar respuesta. Esta actividad clínica compleja se mezcla con una gran burocracia que nos hace perder tiempo tanto a profesionales como a pacientes. Como en los años sesenta, el paciente sigue precisando una receta para cada frasco de medicamento y debe volver cada semana a recoger el parte de confirmación de su baja. En la situación actual de falta relativa de médicos es todo un lujo utilizarlos para realizar una labor que harían mejor ordenadores y administrativos o que podría simplificarse por una nueva normativa. Nos preocupa que no exista ninguna iniciativa que persiga mejorar este aspecto.

La progresiva politización de la gestión sanitaria prioriza los objetivos cortoplacisas que sólo buscan impactos transitorios sobre la satisfacción o noticias periodísticas. La población precisa que los líderes profesionales participen en la gestión de los centros de atención primaria públicos para que se desarrollen iniciativas a largo plazo que puedan tener un impacto real sobre la salud de los ciudadanos. Tampoco se ha avanzado nada en este campo.

Sobra política de partido y faltan políticas de salud que además de ilusionar a profesionales y pacientes se traduzcan en acciones coherentes y efectivas.

(Carta al director de LA VANGUARDIA apareguda el 12/2/2008)

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